Un corazón bello
En un lugar lejano de la tierra vivía una hermosa dama con indudables dones que la adornaban.
Sus orígenes eran desconocidos pero , a fuer de sinceros, tenía un halo indudable de ser una predestinada por las fuerzas del Bien para ofrecer alguna miel suave en el lugar al que había sido destinada.
Poseía inteligencia, sentido práctico, fuerza física indudable, intuición y una fuerza y magnetismo singulares que la transformaban en el foco necesario para personas que siempre estaban necesitadas de ayuda.
Acudían personas de todo tipo con problemas importantes e incluso con problemillas porque ya sabemos cómo es la condición humana, permanemos ,a veces, impasibles, sin desarrollar nuestras propias dotes naturales, por comodidad o en la inmensa mayoría de las ocasiones, por desconocimiento.
Se le aproximaban gentes que sólo deseaban obtener beneficios. Ya sabemos como se manifiesta el egoísmo en el ser humano.
Ella, con sus ojos preciosos, plenos de esperanza y de paz, y con su sonrisa delicada y llena de registros, perdonaba el lado oscuro humano.
Su vida transcurría de forma plena, aunque pensaba que le faltaba compartir todo aquello con alguna persona, con algún hombre que la amara para corresponder también con toda la ternura que ella poseía.
Un buen día, y mientras paseaba por un lugar maravilloso, rodeada de flores y árboles preciosos, cercano al lugar en que vivía, conoció a una persona.
Se cruzaron en el camino , se miraron y los mensajes de sus miradas, los sonidos y las transmisiones de sensaciones hicieron el resto.
Se conocieron, hablaron, muchas veces durante largas horas. Era..., era como si sus almas hubieran estado dando vueltas por esta tierra inmensa hasta encontrarse en un momento verdaderamente singular. Era..., era como si alguna fuerza especial hubiera destinado su tiempo a empujar a los dos, el uno hacia el otro, para elaborar un importante entramado de valores, relaciones y sentimientos que fundamentarían sus vidas.Era..., como si el gran amor que estaba detenido fuera un inmenso lago y se derramará plenamente sobre los dos en un éxtasis de amor y pasión.
Y así, aquella ilustre dama, preciosa de cuerpo y de alma, unió su alma y su corazón con el caballero que la cuidó, la mimó y la respetó hasta el fin de sus días.
Agosto 2007
Alvamar
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