El pasado como lección

Los pueblos que desean superarse procuran centrar sus experiencias, sobre todo las negativas, y fijarlas en una atmósfera de entendimiento y de positividad, es decir, de superación de jornadas que deben ser tratadas sólo históricamentre.

Los Gobiernos lo que deben hacer es propiciar esta atmósfera.

Últimamente el Gobierno español y su Presidente  José Luis Rodríguez Zapatero no propician este ambiente y el juez Baltasar Garzón tampoco.

Antes de que Yugoslavia se viera inmersa en la oleada de guerras civiles y enfrentamientos sangrientos, Winston Churchill dijo: " Los Balcanes han generado más historia de la que pueden digerir". Y William Faulkner dijo: " El pasado nunca ha muerto y enterrado, ni siquiera  es pasado", al referirse a la guerra civil americana.

Hay países, regiones, zonas de nuestro planeta que han sido castigados por enfrentamientos civiles que no se olvidan y además sus poblaciones son agitadas por personajes que , a veces, sólo quieren alcanzar notoriedad a costa de ello.

Así ha sido con el holocausto, los bombardeos salvajes, las invasiones, los abusos contra  etnias y minorías, los exterminios y la utilización de la historia con fines poco ortodoxos hacen que vuelvan a surgir nuevos enfrentamientos e intolerancias.

Tenemos actualmente en España varios frentes abiertos.

 Por un lado los que quieren alcanzar la gloria sacando a relucir hechos que ya fueron debidamente tratados y amnistiados merced a un consenso durante la transición democrática.

Por otro lado los nacionalismos tratan de presentar la guerra civil como un enfrentamiento de España contra Cataluña y el País Vasco.

Eric Hobsbawn , historiador británico,en una conferencia titulada " Dentro y fuera de la historia" planteó que " el nacionalismo falsifica su propia historia y que ésta era un elemento esencial de las ideologías nacionalistas o étnicas y fundamentalistas y era, por lo tanto, factor esencial de legitimación de los nacionalismos".

Desde luego lo que no se puede olvidar es que la guerra civil española del 36 fue un enfrentamiento entre hermanos pero que además tenía una carga de revolución importante .

¿Sería mucho pedir al bando que perdió la guerra y que desea ganarla en este perído de paz y progreso que deje de desenterrar fantamas y que deje en paz la memoria de los muertospensando  en las generaciones que no la hicimos?

Eso sería construir una sociedad española sin convulsiones y en paz.

23-X-2008

Alvamar