Cinismo

Con motivo de la celebración de la Constitución los ciudadanos de a pie oímos los discuros huecos de los políticos principales.

El Sr. Presidente de las Cortes como sale de su poltrona dedicó su arenga a recordar que había sido una legislatura muy ruda , diríamos nosotros que encanallada.

Seguramente él no se ha dado cuenta del sectarismo que ha derramado su partido y todos los que le  apoyan, así como de las admociones que, especialmente, realizó al principal partido de la oposición.

El Sr. Marín quiso ser "maestro didacta" y se transformó en un tostón inaguantable. Además ni siquiera contentó a los de su propio partido porue éstos seguramente habrían deseado transformasr el Congreso en monocolor para que trinfara el pensamiento único.

El Presidente de este país sufrido se dedicó a "enseñarnos" que estaban alejados en la colaboración con el otro partido mayoritario para afrontar el terrorismo. Cinismo en grado exponencial ya que ha sido él el principal autor del máximo alejamiento y del debilitamiento de las Instituciones por esta causa.

El líder de la oporsición se dedicó a apoyar al gobierno, una vez más, sin pedir nada a cambio. Y una vez más será engañado sin remisión.

Nuinca habíamos asistido a tantas dosis de estulticia y de sectarismo como en esta época de la historia española.

Los acontecimientos últimos corroboran que el poder hay que tomarlo de forma natural, elegante y legal. Aquellos que acceden por procedimientos extraños terminan de la misma forma que comenzaron.

Los políticos deberían medir las consecuencias de sus políticas y además no subordinar los resultados a sus egos y ambiciones.

Deberían pensar que hay vidas en juego y muchos anhelos profesionales truncados por decisiones que sólo se sostienen sobre deseos inconfesables.

Además tendrían que pensar en su preparación y responsabilidad cada vez que les pusieran el "pastel del poder" delante.

Estimo que actualmente nos gobierna un conjunto de gentes sectarias, sin ideología, carentes de escrúpulos, sin conocimientos y con una ambición sin límites que hace que se le hiele corazón a las personas de bien.

El futuro se decidirá en marzo, mas como el pueblo no haga uso de su voto en la dirección adecuada España conocerá un período de su Historia que se puede inscribir en capítulos muy  nefastos.

8/12/07

Alvamar