Diálogos socráticos

¿La democracia está en peligro?

“Diálogos socráticos”

   -         Maestro Sócrates, ¿ qué es la democracia? El maestro, con parsimonia y delicadeza, después de un corto paseo por el foro, le contesta: -         Es el gobierno de los representantes del pueblo. -         ¿ De todos? -No. Sólo de los más válidos y competentes, que son elegidos. -         ¿ Y cuando abusan del poder y del pueblo, y se enriquecen a su costa, que se debe hacer? -         Se les retira, se les sustituye, sin más problemas. -         Pero ¿cuando persisten en quedarse instalados en el poder? -         Pues hijo... el pueblo sufre una tiranía, un retroceso democrático y un deterioro económico. He querido comenzar esta reflexión sobre nuestra democracia con algo que es obvio y que no se tiene en cuenta actualmente. Los partidos políticos se han transformado en una burocrática para ocupar el poder a toda costa, convencer a una masa de votantes que les mantenga durante cierto tiempo, algunos indefinidamente, y realizar sus políticas partidistas,   y de apropiación de los resortes del estado en beneficio propio. Esta política nunca tiene consecuencias positivas a largo plazo porque enquista el sistema, desmotiva a la población, desprestigia a los políticos, origina corrupción, surgen las mafias, el prestigio del país sufre un declive y, a veces, origina consecuencias de desestabilización imprevisibles.-1- La democracia es el menos malo de los sistemas de gobierno, mas , no por ello, se debe abusar de la confianza que el pueblo deposita cada cuatro años en las urnas. Lo políticos le deben a los votantes su escaño, su sueldo y a ellos les debe dedicar su trabajo diario con el fin de solucionar los problemas que tienen a diario en la sociedad que vivimos. No se les vota para que beneficien a sus amigos en las obras que emprenden de remodelación de las ciudades  y de la nación en general, nI para que hagan un uso partidista y sectario de todo el aparato estatal como si se tratara de su predio particular. Todas las instituciones del estado español deberían tomar buena nota de su independencia total. Mucho nos tememos los ciudadanos libres y que no pertenecemos a ese tramo que se deja manipular por ciertos medios de comunicación que está llegando el momento de obrar en consecuencia, por métodos pacíficos y democráticos y decirles a estos políticos y administradores que creen que España es una finca particular, que ya está bien de tanto chanchullo, mangoneo y manipulación y que se dediquen a lo esencial: la coordinación y administración de los bienes que son del pueblo. Y esto es extensible a las más altas instancias del aparato estatal porque el ejemplo que estamos viendo últimamente no es el más feliz desde luego. Obtener una victoria electoral en condiciones tan especiales como la última, no da derecho a realizar una serie de equilibrios en la cuerda floja que pueden abocar a una caída del artista equilibrista. Y eso no sería lo más grave. Lo verdaderamente peligroso es que al abismo se precipite todo el entramado estatal que tantos siglos ha contestado unir y desarrollar. Tomemos buena nota de la contestación de Sócrates a su interlocutor y alumno. No tiene desperdicio. Madrid,

                                                                                        Alvamar