Vergüenza

Vergüenza se siente cuando asiste uno al espectáculo que ofrecen los políticos nacionales y nacionalistas.

Vergüenza de tener un Presidente que no está a la altura de las circunstancias porque delante de las víctimas del terrorismo conceptúa el acto de asesinato como un "incidente" y rehúye la asistencia a los actos donde últimamente le abuchean por su falta de sensibilidad.

Vergüenza de los políticos de izquierdas que ignoran lo más elemental de la cultura y la historia de España.

Vergüenza de unos nacionalistas que desean su parte del pastel sin importarles para nada el bien de los ciudadanos sin importar el color político.

Vergüenza de un Partido Popular, o al menos de algunos de sus líderes, que se ponen de perfil y que no saben plantarle cara a tanto inepto.

Vergüenza de algunos medios de comunicación que sólo ven el beneficio inmediato de sus editoriales y negocios.

Vergüenza de una Jefatura del Estado que ya tenía que haber intervenido en varias ocasiones graves para la nación y que se ha estado débil ante un equipo político poco eficaz, aunque en las últimas jornadas parece que quiere recobrar el pulso.

Nunca España ha estado gobernada por un equipo desnortado y que nos ha introducido en una deriva de desprestigio en todos los órdenes.

Tristemente hay que reconocer que el panorama a pocos días de las elecciones generales es poco alentador.

5/12/07

Alvamar