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La carrera docente

La carrera docente

    

                                         La carrera docente   

Poseemos evidencia y experiencia de la aplicación de las diferentes reformas educativas realizadas en España y que han afectado a la organización general de la enseñanza y que han dejado a un lado, como el que mira a otra parte, aspectos fundamentales que no han sido solucionados y que sin este paso adelante un sistema reformado no puede funcionar adecuadamente.

 La política educativa se aplica, dicen los reformadores generalmente, con el fin de atender los intereses de los ciudadanos y extender la educación a todos los sectores, cumpliendo principios de solidaridad, integración, igualdad e interculturalidad. Más tarde surgen las ideas y... los intereses de los partidos instalados en el poder que influyen en la aplicación de la filosofía de la ley reformadora, sin acudir al consenso para que esa reforma sea asumida por todas las parte implicadas, sin que existan reticencias , ni desafectos. 

Después, comprobamos las carencias en el capítulo económico y la cicatería en los recursos humanos y materiales cuando ya es el momento de la aplicación de la ley reformadora. 

Sigue un mimetismo donde es ya imposible distinguir quién es quién, cuando se trata de analizar la consecución de los objetivos que se pretendían en origen.

 Por último, asistimos a la ceremonia del desánimo, la apatía y la rutina cuando se comprueba que la aplicación o práctica tiene sus dificultades como consecuencia de un apoyo decidido y esencial.

 Además no existe capacidad de rectificación dinámica cuando se detecta algún error en su aplicación, llegando a situaciones de inercia. Nos preguntamos por qué se produce esta situación casi siempre cuando  se constata la necesidad de  una reforma, solicitada por todos lo sectores sociales. Incidiremos en algunos puntos que es necesario considerar su estudio y dar una solución rápida y eficaz que esté en consonancia con nuestro tiempo presente y futuro: 

·        Reforma de la carrera que faculta el acceso a la docencia. 

·        Reforma  de la Dirección de los centros docente.

 ·        Dinamización e importancia de la función inspectora.     

Carrera profesional

El actual momento educativo requiere decisión e ímpetu para frontar una tarea que requiere dejar a un lado intereses personales y de cuerpo.

 El sistema actual es obsoleto e impide la realización de importantes objetivos en la enseñanza. Partimos de la consideración de una carrera docente y administrativa moderna, que esté de acuerdo con unos parámetros profesionales acordes con los tiempos actuales y con un futuro que está ahí. Muchos profesionales consideran importante y urgente:

 ·        La realización de estudios de licenciatura para todos los profesionales que se vayan a dedicar a la docencia. 

·        El acceso a la docencia a través de la demostración de una cualificación docente demostrada en la teoría y en la práctica. El estudiante de una licenciatura tendría, por lo tanto, dos opciones: 

-         Dedicarse a la investigación ú a otras actividades.

 -         Centrarse en la docencia compatibilizando sus conocimientos científicos con aquellos que son necesarios para la práctica docente. 

La práctica docente durante y después de la carrera sería necesaria y dinamizaría los colegios que necesitarían un plan de prácticas docentes, reconocido y remunerado. 

Cada licenciado comenzaría a ejercer su profesión desde los niveles de Educación Infantil, Educación Primaria y Educación Secundaria. Este sería el auténtico semillero y cantera de los futuros profesores de universidad.

Es en estos niveles donde se practicarían intensamente la función tutorial, el trabajo en equipo, la coordinación, la práctica de la Dirección, la investigación, las relaciones con las familias, etc. 

Todos serían funcionarios del grupo A. De esta forma se dejarían a un lado los corporativismos absurdos que siempre han dejado a la enseñanza al margen de la evolución profesional, ya que no se considera la importancia del sujeto educativo. 

Todas las Etapas y Niveles educativos experimentarían un notable avance y mejora. La Universidad se nutriría de profesionales docentes enamorados de su tarea y en contacto con los alumnos, preocupados por la transmisión de conocimientos, la investigación y el progreso personal del alumno. Estimamos que se perciben condiciones favorables para la consecución de estas metas.

No se trata de conculcar derechos de ningún colectivo, ni personales, y sí, en cambio, de conseguir importantes objetivos muy fructíferos para conseguir una enseñanza plenamente actualizada. 

Naturalmente no se puede concluir sin mencionar la formación permanente del profesorado que se debe intensificar de forma obligatoria y sin paliativos. Un plan de formación permanente debe asumirlo el docente, exigiendo seriedad y recursos, así como el apoyo económico necesario para que se implante un programa adecuado. 

Confiamos en que los funcionarios que se encuentran instalados en un permanente inmovilismo, ancestral y obsoleto, recapaciten y, desde la administración y desde los centros educativos se promueva la reforma urgente de la carrera.                                                  

 Alvamar          ( Publicado en la Revista de Educación “ Escuela Española”)      

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