La educación a examen

La educación a examen  

Está en solfa la educación pública, se encuentra en entredicho la calidad de la educación; los valores humanos no están de moda, el esfuerzo y la voluntad esfumados; la imaginación, la memoria y la constancia han pasado a mejor vida.

Llama la atención la ligereza con que se opina sobre educación. Los medios de comunicación dedican, esporádicamente, algunas páginas donde reseñan el estado de la educación en cada uno de los países del mundo que desean integrarse en la carrera por el progreso  Las administraciones formulan declaraciones de intenciones, planes y proyectos; incluso los ponen en funcionamiento, los reforman, los reconsideran; publican libros blancos y rojos sobre la educación para retornar a viejos esquemas o realizar mezclas de sistemas, y se preocupan  para que todos los chicos y chicas se encuentren en las escuelas, posean los elementos  esenciales, no alcancen los límites de la marginalidad, cumplan con la escolaridad y dispongan de lo primordial  para completar  su periplo por la educacion obligatoria con el fin de llegar al mercado de trabajo en precario. 

Los politicos, por su parte, se atreven a presentar propuestas que enuncian la solución al problema educativo, las incluyen en su programa político en los períodos electorales; emplean sumas importantes de dinero, contratan personajes “muy cualificados”, esto es, especialistas, y luego todo duerme en los despachos,  bien porque se carece de presupuesto o, porque según el partido gobernante y su conveniencia, vuelven a desempolvar los planes, y a través de reformas y contrarreformas los resultados no son positivos como espera el ciudadano.

  

Podemos observar con preocupación cómo las modas pedagógicas de turno imponen un determinado modelo educativo que se adopta en ciertos países desarrollados, y como en una cascada de despropósitos se imita el sistema con sus aciertos y errores en los demás países.

 

Más grave es comprobar que el sistema no funciona y que por necedad, por conveniencia política o por rectificar y reconocer los errores cometidos, se persiste en mantener un sistema totalmente fracasado.

 

Mientras tanto, generaciones de jóvenes acceden, cuando no son interrumpidos mediante el cedazo de un examen de ingreso, con notorias insuficiencias en su formacion.

 

Son importantes los alumnos, es cierto. Las familias son esenciales, cómo no. La burocracia existente también lo es en cierto grado. Las nuevas tecnologías, vitales para dar el salto adelante que requieren la enseñanza y la educación. Mas ¿alguien se ha planteado, al margen de las palabras de ánimo, bellas y llenas de significado dialéctico, el inmenso, insustituible y vital papel que tienen los docentes en la educación?

 

En general se da por supuesto el rol de los profesores. pero nadie se detiene a pensar cómo son los estudios, la formación, el desarrollo y las condiciones de estos profesionales, así como la situación económica en las que se desenvuelven.

 

Mientras que los políticos no se den cuenta que deben destinar un importante monto de dinero a mejorar las condiciones sociales de los docentes, de implementarles en su formación y que la sociedad considere a la profesión docente como vital en su desarrollo, no habrá sistema y reforma que se mantenga en pie.

 

Cómo se pude entender que se pase del autoritarismo a la despersonalización del profesor y considerarle casi como un profesional que debe atender las apetencias de los alumnos y de las familias.

 

 Cómo se puede entender que profesionales de la educación tengan que realizar un esfuerzo cotidiano importante para llegar a fin de mes.

 

Cómo se puede entender que los docentes se encuentren apartados de los principales medios en los cuales expondrían sus problemas y  todo el bagaje que consigo lleva esta profesión .

 

Cómo se puede entender que esta misma sociedad margine a límites incomprensibles la proyección de la profesión docente, hasta llegar a la despersonalización, la desconsideración o el maltrato que algunos docentes están sufriendo en el desarrollo de su tarea educativa.

 

Es posible afirmar que los planes de los gobiernos son básicos, las reformas interesantes, las consideraciones sociales sobre la educación reales pero, ¿dónde ubican al docente?

 

Creemos que es el momento de considerar que hay que trabajar para devolverle a la educación su esencia  para que recobre el protagonismo auténtico, no sólo la consideración del problema de su extensión a todas las capas sociales, sino el estudio de la calidad y eficacia de las técnicas. 

 

Los medios de comunicación disponen de una tarea importante cual es la de fomentar  el cambio que tanto necesita la educación. Por su parte, las asociaciones profesionales y los sindicatos disponen de un espacio adecuado para emplear todas sus fuerzas en recobrar protagonismo en la sociedad. Mas nada tan importante   como la acción del mismo docente para creer en su propia tarea, salir del anonimato y expresar con decisión y vehemencia lo que quiere, lo que siente y que, de una vez por todas, le dé a su trabajo el sentido profesional que se exige por medio de la divulgación, la investigación, y la negociación con la administración.

 

Los tiempos que vivimos requieren de nuevos modos para enfocar el tema educativo y de estrategias novedosas.Nuestro optimismo nos lleva a estas conclusiones; mas  también es cierto que la rapidez con que se llevan a efecto los cambios puede ser un inconveniente si no se toman las medidas con agilidad y eficacia.

 Lógicamente a los políticos, que tienen la gran tarea de administrar el dinero de los contribuyentes e ilusionar a las ciudadanos en tareas constructivas, les trasladaremos algo importante que Alfredo Eric Calcagno y Eric Calcagno reflejan en su artículo “ Cómo crear trabajo en Argentina”, publicado en Le Monde Diplomatique, “El Dipló”, de febrero de 2004: Los gobernantes actuales tienen la increíble suerte  y la terrible responsabilidad de pensar un país nuevo a medida que caminan”  

Esperemos que todos estos factores sean aliados de una nueva concepción de la educación en la que trabajamos hace tiempo.

                                                                    Alvamar